La
anhelada paz no aparecerá por medio de atajos mágicos, ni por
meditación, ni por textos con letras muertas, la “llave de la Paz”
está en las manos de los hombres vivos. La oración para la paz sin
obras de bondad es ineficaz contras las guerras; marcan un día para
orar mientras en los otros están en constante enemistad, odio y guerra. Hace
falta que el hombre se una rompiendo definitivamente el muro de sus
diferencias para un bien común, para educar y unir a los hombres.
"En la unión esta la fuerza", "la acción produce
reacción", no hay atajos para que el mundo logre ser un “Lugar
de Paz”, solo por la voluntad y el esfuerzo de la gente espiritual
dispuesta a unirse para lograrlo, ¡se logrará!
Comentarios
Publicar un comentario